En el anterior reportaje dejamos pendiente los fallos que adolecía este autogiro, si hacemos memoria el defecto más evidente era la dificultad que mostraba el autogiro en la carrera de despegue al desviarse de deriva aleatoriamente produciendo una inestabilidad en el rotor que en ocasiones llega a dañar la estructura del mismo.
También se observó en el primer vuelo, si visualizamos el vídeo del despegue del anterior reportaje que en la subida tiene cierta dificultad por la falta de motor, en este caso llevaba puesto un OS 48 surpas, y ahora lo hemos sustituido por un OS 52 surpas, con lo que suplimos la falta de potencia en la trepada al despegue.
Después de barajar varias posibilidades para intentar corregir el defecto demostrado al despegue, Vicente Casas se decidió por colocar una aleta en la parte inferior del fuselaje, para así aumentar la superficie vertical y evitar la molesta oscilación.
La duda que generaba esta modificación era si dificultaría la maniobrabilidad del autogiro en vuelo ofreciendo demasiada resistencia sobre todo en los giros, pero como veremos en los siguientes vídeos no afecta para nada.
El despegue.
Con esta última modificación, se resuelve el problema, como se aprecia en el vídeo y a su vez también salimos de dudas con respecto a la moniobrabilidad del autogiro como se ve en los siguientes vídeos.
La pasada.
Touch and go.
Vuelo lento.
Aterrizaje.
Buenos vuelos.
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